1 Jul 2003
Secuencia Casa Sebastian
SECUENCIA CASA SEBASTIÁN. Primera llamada de Gloria a Pablo y posterior de ambos con el detective Robellades.
08.15. Cuarenta y cinco minutos antes de la hora prevista me presento para dar el visto bueno al vestuario de Gloria. No puedo quejarme: todo el equipo de producción ya está a pleno rendimiento con camiones calzados sobre cuñas imposibles, para que la vida dentro de ellos sea en horizontal y preparando café y cruasanes, por supuesto, para que todo el mundo se entone.
09.00. Entramos en la casa unifamiliar luxury que servirá como casa de Sebastián. La dueña, a pesar de que ya lleva muchos rodajes a la espalda, o por ello precisamente, supervisa las entradas y salidas del personal como si no las estuviese supervisando; pero sí. Hay carteles informando de que no se puede hacer nada por todas partes y de momento cumplimos. Una librería de doble altura domina el salón en el que trabajamos. Cuando entro en casa de alguien no puedo evitar fijarme en los libros, es como estudiar una radiografía: este lo tengo, este no, este me gustaría tenerlo. Cuando en un decorado han traído libros descatalogados o con taras para poder rellenar las estanterías, me sucede lo mismo pero entonces me entra una inevitable vena cleptómana y paso del “este me gustaría tenerlo” al “este lo tengo”.
11.00. Marta Belasategi rueda su primer plano con cara de “averdequévanestos”. Integración perfecta en el caos controlado que genera Pablo Carbonell. Risas. Repetición de tomas y más planos.
12.00. Los auriculares inalámbricos que utilizamos para escuchar bien la mezcla de los diferentes micrófonos se empeñan en sintonizar radio-taxi o algo parecido. Si no fuese porque la dueña acecha, los estrellaríamos contra algo contundente. Pero no: contención.
13.00. Comida. Hoy toca catering. Ayer le tocó a Katering Hepburn. Nos enteramos en el restaurante de menú viendo la televisión sin voz: mala señal cuando el telediario te dedica tantos minutos a cámara lenta.
16.00. Los eléctricos detienen a una adolescente que se adentra por el jardín hasta la casa pero no llegan a las manos: es la hija de la dueña.
18.00. Con la excusa de colgar unos focos en no sé donde para no sé qué, dos eléctricos se introducen en la piscina de la casa. Ha colado. Mañana es probable que el regimiento de eléctricos se presente directamente en bañador y untados en crema solar.
20.00. Fin de la jornada. Las vestuaristas recogen sus abanicos (porque son ellas las suministradoras) y los técnicos sus trastos. Los de producción serán los últimos en retirarse. Superando el miedo escénico he visto el montaje previo de las primeras semanas. Parece cine. Es un montaje previo, evidentemente, pero se ve que todo funciona o que puede funcionar: Hay una unidad de interpretación y el tono es contenido. A pesar de tenerlo archivisto, me sorprendo sonriendo. Bien.