Twitter reprime 19 Sep. 2018
YA SABEMOS que hoy en día las redes sociales ejercen una influencia enorme. Cualquier comentario en Twitter es compartido y se transforma en unos instantes en viral. Para lo bueno y para lo malo, las redes sociales se han adueñado de la opinión pública, de manera que si una polémica originada en Twitter trasciende a los medios de comunicación adquiere una fuerza imparable. En su libro Arden las redes, Juan Soto Ivars resalta cómo estas se han arrogado el poder de censurar y aprobar sobre cualquier cuestión. En el partido de Movistar+ entre el FC Barcelona y el CD Alavés de la primera jornada de Liga, el excelente narrador Carlos Martínez se quedó descolocado cuando el incombustible Michael Robinson se sacó un chiste de la manga con el nombre de un jugador del Alavés, Maripán, del que dijo: «Imagínate si su mujer se llamara Mariajo...». Carlos Martínez se quedó sin compartir la broma porque seguramente dudaría de si sería correcta o no a oídos de la audiencia. Robinson es un comentarista fuera de lo común, en el sentido de que durante las transmisiones comenta poco y con cierta sorna, no sé si británica, pero acompaña sus atinadas acotaciones con chascarrillos para todos los gustos. Siempre lo ha hecho, y eso le ha dado una personalidad que le ha desmarcado de tantos otros que pueblan las cadenas que emiten fútbol. El chiste o comentario jocoso, ¡cómo no!, fue criticado en las redes. Esa broma a cada uno le parecerá buena, mediana o mala; pero en ningún caso ofensiva. El caso es que Twitter lo machacó. Algunos tienen una mecha muy corta y poca capacidad de ver el humor sin mala intención. Yo me pregunto: ¿Qué tipo de personas pueblan las redes sociales incapaces de reírse de un chiste tan ingenuo como el de Robinson?
Estamos en un momento en el que todos empezamos a censurarnos muchísimo antes de hacer algún comentario o de publicar cualquier ocurrencia en televisión o en las redes. Ya no se puede deducir que los demás pillarán tu ironía o tu sarcasmo sin maldad. Ahora todo está bajo la sospecha de falta de respeto. ¿Dónde han ido a parar los derechos y las libertades que originariamente ofrecían las redes sociales, esas que, cuando surgieron, presuponían la libertad de expresión para todos aquellos que clamaban por un medio sin cortapisas ni censuras? Algunos individuos y ciertos grupos, especialmente en Twitter, se han apropiado de la razón y han transformado ese canal en un medio para el sometimiento de la libertad de expresión de la que tanto se alardeaba cuando llegaron las redes. Ya no es necesario que el poder del sistema juzgue y condene; ahora somos nosotros mismos quienes ejercemos esa censura. Ha habido casos en los que ciertas opiniones controvertidas han destruido humana o profesionalmente a sus autores al ser contrarias a grupos con poder de presión. Grupos feministas, religiosos, políticos y de toda índole ideológica se mantienen en guardia, vigilantes, a punto para brear a todo aquel que derive hacia actitudes que les ofendan.
Curiosamente, en aquella misma jornada de liga, las redes se burlaron del aspecto del nuevo entrenador argentino del Deportivo de La Coruña, Antonio ‘Turco’ Mohamed, del que se hicieron todo tipo de chistes debido a su manera de vestir. Sin embargo nadie se ofendió. ¿Me puede decir por qué se pudo bromear sobre Mohamed, sin que nadie se ofendiera en su nombre, y sin embargo no se toleró bromear sobre la mujer de Maripán?